Responsabilidad ambiental y garantía financiera
Publicado el 17/06/15
En el Real Decreto 183/2015, de 13 de marzo, por el que se modifica el Reglamento de desarrollo parcial de la Ley 26/2007, de 23 de octubre, de Responsabilidad Medioambiental, entre otras cosas, se concretan los operadores obligados a constituir la garantía financiera, cuyo importe se obtiene a través de una análisis de riesgos ambientales (ARA) y se introduce un nuevo método para la fijación de la cuantía de la garantía financiera, simplificando notablemente el proceso respecto el Reglamento anterior que aludía a la Responsabilidad ambiental. El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) ha desarrollado aplicaciones web gratuitas para facilitar a los operadores la realización de estos análisis: una para el cálculo del Índice de Daño Medioambiental (IDM) y otra para la monetización del daño producido (MORA). El uso de estas aplicaciones es voluntario.
La obligatoriedad de la constitución de la garantía financiera se fijará, para cada actividad, mediante órdenes ministeriales.
Independientemente de los plazos expuestos y de la exigencia o no de la constitución de la garantía financiera, la elaboración de un ARA tiene muchas ventajas. Lo verdaderamente útil no reside en obtener una cantidad determinada que te obligue o libere de la obligación de constituir la garantía, sino que reside en los resultados obtenidos en dicho análisis, que permiten prevenir y gestionar los riesgos ambientales de una instalación.
Gestión integral de los riesgos
EMGRISA dispone de dilatada experiencia en la realización de este tipo de análisis. Además, ha desarrollado su propia herramienta informática (EMARISK) para la obtención de la garantía financiera adaptada a la normativa vigente. Sin embargo, EMGRISA aboga por ir más allá y ofrece a sus clientes a posibilidad de realizar un análisis más completo que le permite realizar una gestión integral de los riesgos de sus instalaciones. Por ejemplo, en el cálculo de la garantía financiera sólo se tienen en cuenta las medidas de restauración primarias. No obstante, en la mayoría de accidentes los gastos no sólo se deben a la ejecución de este tipo de medidas, sino que además, deben llevarse a cabo medidas compensatorias y complementarias. Resulta imprescindible realizar una cuantificación TOTAL del daño. Otra ventaja que ofrece este tipo de análisis es la correcta identificación del origen del riesgo y medidas a aplicar para reducirlo. Con la información obtenida se puede realizar una adecuada gestión del presupuesto, es decir, que con el dinero disponible se reduzca el máximo el riesgo de las instalaciones analizadas, lo que a largo plazo supone un ahorro.
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